Media Mañana
Para entrenamiento del mediodía
Para mantener una composición corporal adecuada, es importante repartir la ración diaria en unas cinco comidas. De esta manera, aportamos una cantidad regular y constante de nutrientes, que se van utilizando conforme los necesitamos, sin que falte en momentos de necesidad energética o proteica, pero sin que sobre cuando no se necesitan.
Un aporte regular de hidratos de carbono (cereales, pan, arroz, pasta, fruta…) repartidos a lo largo del día, mantienen constante el nivel de glucosa en sangre sin grandes variaciones. Después del desayuno, cuando empieza a descender el nivel de glucosa, debemos hacer un pequeño almuerzo a media mañana que nos mantendrá hasta la comida del mediodía.
De no hacerlo así, es fácil que durante la mañana baje el nivel de glucosa lo que acabará provocando hambre y hará que comamos más a mediodía. Esto puede provocar una gran subida de glucosa que si no se utiliza se transformará en grasa y que además, en las horas siguientes provocará un gran descenso de la glucosa con sensación de vacío y debilidad.