Con el cambio climático y la consiguiente alteración de los patrones estacionales, los inviernos ya no son tan fríos, pero nuestro cuerpo no quiere renunciar a los tradicionales platos de cuchara ni a los alimentos típicos de las estaciones menos cálidas.

Las ensaladas no son solo para el verano y, en estos meses de temperaturas más bajas, resultan muy interesantes si se combinan ingredientes fríos y calientes a fin de obtener un plato tibio muy sugerente.

Puedes añadir pasta, arroz, patata o
cualquier verdura salteada.
El queso, especialmente el de cabra, le da un toque muy atractivo si se incorpora semifundido (en el micro se puede hacer de un modo sencillo).

Una fruta deliciosa con grandes propiedades saludables. Es buena para nuestro corazón y para nuestra belleza. Ofrece un potente antioxidante, que también cuenta con propiedades antiinflamatorias.

Al igual que el resto de los cítricos, es rica en vitamina C y ayuda a reforzar el sistema inmunológico frente a los temidos resfriados. Otra interesante manera de añadirla es a través de su zumo, incorporado al aliño de tu ensalada.

Además de aportar un original toque dulce a tu ensalada ofrece fibra y jugosidad.

Una interesante fuente de fibra y antioxidantes.