Y no hablamos de perder peso a contrarreloj para lucir como nadie esta prenda de baño. Creemos en las carreras de fondo y en alimentarse bien durante todo el año.

¿Conoces el origen de este popular sándwich?

Dos rebanadas de pan de molde, unas lonchas de jamón cocido
y queso en su interior y un sabroso tueste en la plancha
con un toque de mantequilla

El nombre de este clásico emparedado procede de una sala de fiestas llamada “Bikini” que se inauguró en la avenida Diagonal de Barcelona en el año 1953.

Contaba con zona de baile, minigolf, bolera, restaurante y una agradable terraza en la que su amplia clientela se relajaba tomando un refrigerio y donde servían, como bocadillo de la casa, este apetitoso sándwich.

Su fama y su sabor pronto hicieron que
el nombre traspasara las puertas de este local y también de la capital catalana, bautizando como “Bikini” a este delicioso bocado que también es conocido en
muchas zonas de nuestro país como “mixto”.

De lo que no cabe duda es de su
inspiración francesa... Y es que,
el Señor Crujiente (Croque Monsieur) es
la sofisticada versión francesa que tomó como referencia la sala de baile barcelonesa.

Hablando de versiones, no podemos olvidar la de otro país vecino, Portugal, donde su francesinha extiende el queso a toda la superficie del sándwich e incorpora otros ingredientes cárnicos (tanto de cerdo como de ternera).

Tampoco se puede dejar de mencionar otro clásico de los emparedados que supone un paso más a la hora de maximizar el disfrute: se trata del Monte Cristo,
que incluye jamón york (o lacón)
y queso gruyer.

Hasta ahí, se asemeja mucho al “Bikini” del que
venimos hablando, pero la explosión disfrutona
llega de la mano de su salsa a base de mayonesa y
mostaza antigua
y su rebozado en leche y huevo para
terminar dorándose en una sartén con un poco de mantequilla.

Un sándwich frito que, además, se espolvorea con azúcar glasé y se acompaña de mermelada de frutos rojos.

Y, continuando con las variantes de otros países, ¿sabías que en Argentina lo preparan con pan de hojaldre y lo llaman “fosforito”?

Por último, regresamos a nuestro
país para descubrir que en Mallorca
existe una versión propia, rebautizada
como "bikini mallorquín", en la que el jamón ha sido sustituido por sobrasada (un
producto típico de las Islas Baleares).

EL PRECURSOR
DEL HOT DOG

Se dice que, mucho antes de que llegara la moda de los perritos calientes, lo que consumía el público neoyorquino que asistía a los partidos de béisbol (junto al habitual refresco de cola) eran sándwiches como el citado “Bikini”, denominados entonces simplemente ham and cheese sandwiches.

Definido por sus tres pisos y su corte en cuatro piezas,
que se suele presentar a modo de brocheta, sus principales ingredientes son: jamón york, bacon, pechuga de pollo, queso, tomate, lechuga y mayonesa.

La mayoría de estos populares tentempiés entre pan
tienen en común su apetitosidad, pero también la presencia
de proteína cárnica, de gran valor nutricional por los aminoácidos esenciales que aporta al organismo.

Un interesante aporte que puedes introducir en
cualquier receta propia gracias a los Toppings de Serrano (tiras y dados de pechuga de pollo/pavo o de jamón cocido) o sus nuevas carnes desmigadas:
Pollo Kebab y Pulled Pork.

Dos especialidades con alto porcentaje de carne (un 96%) que pueden utilizarse como ingrediente principal de bocadillos y sándwiches, hamburguesas, pitas, tacos, baos, fajitas, pizzas... y también para completar platos
de pasta, arroces y ensaladas.

Existen también sabrosas versiones marineras,
a base de atún o salmón, que combinan a la perfección con ingredientes como tomate, lechuga, pepino,
aguacate, huevo duro y queso.

Toque del Chef!!

añade un poco de eneldo (si es fresco, mucho mejor) a tu mantequilla, queso de untar o mayonesa y extiende la mezcla en las rebanas de pan.
Delicioso y aromático!

La novedad es que ahora se ha puesto de moda y se ha rebautizado como power nap. Una siesta poderosa que ha conquistado las rutinas de los deportistas de élite y, por extensión, también las de los aficionados que se inspiran en ellos.

Atletas y tenistas alaban sus beneficios,
cuyo origen radica en que, gracias a su corta duración,
no se llega a alcanzar la etapa más profunda
del sueño, sino solo las primeras fases.
En ellas el sistema cognitivo se
desconecta de los estímulos exteriores y
permite una saludable relajación de
la que despertamos repletos de energía.

Lo ideal es disfrutarla en un espacio tranquilo, distinto al que utilicemos para dormir, es decir, en un sofá o tumbona antes que en la cama.